jueves, 28 de abril de 2011

Municipio de Villa Altagracia

La fecha exacta en que surge Villa Altagracia como conglomerado no se tiene bien claro, aunque si se sabe que entre 1908 y 1920 el territorio era conocido como “Sabana de los muertos”.

Historia Local

Para ubicar históricamente al pueblo de Villa Altagracia, se hace acopio de una muy sabia “periodización” realizada y difundida en el libro del Plan Estratégico de Desarrollo del Municipio de Villa Altagracia 2005-2015. Allí se toma como punto de referencia el establecimiento de la industria azucarera representada en el municipio por el Ingenio Catarey -hoy desaparecido- para explicar la evolución histórica del poblado.

Así, la historia del pueblo de Villa Altagracia se ha divido en tres períodos: Pre-Catarey, Trans-Catarey y Post-Catarey.

Pre-Catarey

Es el período que transcurre desde finales del siglo XIX y principios del XX, hasta el año de 1948 en que se inicia la construcción del ingenio azucarero “Catarey” que sirve de referencia a la periodización propuesta.

Se señala como característica de este período, el territorio y su gente, que “En los albores… eran lugares vírgenes, formados por tierras fértiles bañadas por ríos, arroyos y cañadas, cuyas aguas arrastraban oro sedimentario, lo que atrajo a muchas personas que residían en comunidades vecinas”

El territorio era “paso obligado para el tránsito de las caravanas de comerciantes que se dirigían hacia Santo Domingo. Para ese entonces, el correo entre la capital y el resto del país se hacía a caballo, constituyendo este sector una ruta para llegar hasta el Cibao”.

Se explica en el texto que “los factores precedentes se constituyeron en la causa principal de la inmigración de los primeros pobladores, los cuales se estima procedían en su mayor parte de San Cristóbal y en una menor proporción del área del Cibao”.

“Entre sus primeros pobladores se pueden mencionar a Ramón Mejía, Jerónima Mejía, Marcelino Nivar, Miguel Puello y las familias Carmona y Constanza”.

El texto consultado ubica la primera construcción de importancia en el territorio en el año de 1926, que consistía en “una terraza de hormigón (concreto) armado y varillas”, en el espacio en que hoy funciona un banco comercial.

“Hasta el año 1940 la comunidad dependía básicamente de la agricultura, de la búsqueda de oro, el comercio, la crianza de animales y la cacería, principalmente del puerco Cimarrón”. Pero “en 1942 la instalación de la compañía bananera subsidiaria de la United Fruit de Centro América, La Dominican Fruit; comenzó a transformar las relaciones de la economía y el comportamiento de los habitantes”

Sobre el proceso de urbanización del territorio, el texto señala: “se inició un proceso de urbanización, ya que tanto los ejecutivos de la John Pay como sus trabajadores necesitaban lugares donde vivir. Este proceso de urbanización se aceleró a finales de los años 40 y se afianzó en la década del 50”.

El final del período se sitúa en 1948. En el texto se lee que para este año “el entonces presidente de la República, Rafael Leonidas Trujillo Molina inició el proceso de acaparamiento de las tierras para dedicarlas al cultivo de la caña. Había grandes plantaciones de banano y la Compañía bananera, que confrontaba problemas políticos en Centro América, y dificultades con los gobiernos de esa región, se vio precisada a irse del país; situación que fue aprovechada por Trujillo para aumentar el área cañera y la posterior instalación del ingenio azucarero que bautizó con el nombre de Central Catarey”.

Trans-Catarey

“Este periòdo comprende desde el año 1948 hasta 1986. Se inició con el cultivo de la caña y la instalación del ingenio Catarey el cual fue ampliado en el año 1954 con maquinarias de un ingenio que había sido desmantelado en el batey La Paja de San Pedro de Macorís”.

“La instalación y ampliación del ingenio dio un gran empuje a la economía, y el municipio pasó a ser un lugar de gran actividad económica. Las personas que no podían entrar a la factoría se dedicaron al campo cañero. Surgieron los sembradores, las brigadas de desyerbo, los capataces agrícolas, los mayordomos, los braceros, los listeros, entre otros”.

“El acarreo de la caña se hacía en carretas tiradas por bueyes, lo que desarrolló también nuevas actividades, como la del boyero y el carretero. Después se construyó la vía férrea y la caña pasó a transportarse al ingenio a través de un tren movido por una locomotora, creando con ello un nuevo tipo de empleo que contribuyó a fortalecer la economía de la comunidad”.

El Central azucarero “estimuló una masiva inmigración atraída por la dulzura del azúcar”. A partir de ese momento se empezó la migración haitiana, quienes al llegar fueron contratados como braceros y alojados en barracones.

En el año 1959, Villa Altagracia se convierte en municipio, el mismo año en que se iniciaron los trabajos de construcción de la industria Nacional del Papel, inaugurada luego en 1961. “Lo que contribuyó a dar más brillo al auge económico y aumentó la inmigración de personas en busca de mejores posibilidades económicas”.

“Esta etapa también se caracterizó por el auge de las actividades educativas, políticas, culturales, sindicales y sociales, a las cuales se incorporaron centenares de jóvenes. También se establecieron partidos políticos, se crearon clubes culturales y sociales, se desarrollaron los sindicatos, creándose un verdadera efervescencia que se mantuvo hasta la primera mitad de la siguiente década, cuando el gobierno decidió cerrar al ingenio Catarey” “Con el cierre del ingenio en el año 1986, terminó la etapa más próspera y activa de la historia del municipio, la del período Trans- Catarey”

Post-Catarey

“Este período se caracterizó por un marcado en declive de la economía, una disminución de la inmigración, el aumento de la migración y por cambios en la forma de producción. En el año 1986 se inició la instalación de la Zona Franca, empresas dedicadas principalmente a la confección textil. Su sistema de producción provocó una transformación en las relaciones laborales: la contratación de las mujeres sobrepasó a la de los hombres, entrando éstas a ser parte de la mano de obra remunerada en el municipio”.

“También para la época se produjo un discreto desarrollo de proyectos habitacionales con características eco-turísticas en las áreas periféricas. Mas tarde, Induspapel y Frutas Dominicanas (FRUDOCA) se vieron forzadas a cerrar sus puertas en 1992 y 1998, respectivamente”.

Cultura

La cultura del sujeto villa-altagraciano es una categoría en construcción, y por definir en el marco de elementos hegemónicos o dominantes y elementos no-hegemónicos o subalternos, que se expresan en los munícipes como identidad consciente o inconsciente. ¿Qué cree, qué sabe, qué hace, por cuáles valores se rige el munícipe de Villa Altagracia? La respuesta a estas interrogantes define la cultura del villa-altagraciano, adecuada o inadecuada es su cultura y en sus propias manos estará desarrollarla o sumergirla en el atraso.

Hoy, Villa Altagracia es un pueblo notablemente festivo y religioso. Sus “fiestas patronales” ponen de manifiesto, en una serie de actividades, la festividad de sus pobladores. La mayoría de la gente es católica y les siguen en afiliación religiosa los Evangélicos, los Testigos de Jehová, Adventista y en los últimos años los Mormones.

La iglesia católica, mayoritaria en afiliación contribuye con la formación moral y espiritual de muchos jóvenes y con el desarrollo de la salud en la comunidad. Las Iglesias Evangélicas hacen, también, sus aportes a la educación moral y espiritual. Por ejemplo, la Universidad Nacional Evangélica y el Colegio San Pablo ofrecen educación a niños y jóvenes de la comunidad.

Población

La población de Villa Altagracia está distribuida dentro de una organización político-territorial que la conforman el municipio cabecera: Villa Altagracia, con 32 barrios; y tres Distritos municipales: San José del Puerto, con 3 secciones y 20 parajes; Medina, con 4 secciones y 21 parajes y La Cuchilla, que tiene 5 secciones y 46 parajes.

Los datos más recientes que se tienen sobre la población de Villa Altagracia corresponden a la fuente del último censo nacional de población y vivienda del año 2002. Según ese censo, la población villa-altgraciana era de 78,507 habitantes. Unos 36,791 en zona urbana y unos 41,716 en zona rural. Significa esto que lo rural parece ser una característica de la población de este municipio.

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